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El psiquiatra Patricio García De Caro.
El psiquiatra Patricio García De Caro.
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Jairo Cassiani

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La química del amor: ¿nos enamoramos con el corazón o con el cerebro?

El psiquiatra Patricio García De Caro lo explica.

¿Usted se ha detenido a pensar en el interrogante que nos plantea el título de esta nota?

El amor es un concepto universal que ha trascendido generaciones, áreas de conocimiento, idiomas, llegando a considerarse el motor de la vida.

Como todo sentimiento, es abstracto, por lo que en pocas ocasiones nos preguntamos a ciencia cierta, qué experimenta nuestro organismo cuando se atraviesa por esa fase de mariposeo.

Cuando una persona experimenta sentimientos relacionados con el amor, “el cerebro libera una cantidad de neurotransmisores activadores, de tal manera que la persona se encuentra en estado de alerta, dispuesta a captar todas las señales relacionadas con el objeto amoroso en ese momento”, aseguró a Zona Cero el psiquiatra Patricio García De Caro.

Cada vez que una pareja se encuentra en fase de mariposeo o descubrimiento, la parte central del sistema nervioso segrega múltiples sustancias, se producen cambios psiconeuroinmunológicos, siendo el más significativo  la liberación de oxitocina, también denominada hormona del amor o del apego.

Esta produce un estado de euforia, de necesidad sentida de la compañía del otro, idealizando su figura y encontrándola perfecta.

De igual manera, es la responsable de que las personas sientan placer en medio de las relaciones íntimas, así como la conexión que se desarrolla en las madres lactantes cuando dan de comer a sus bebés.

Los celos nacen del amor, pero mueren con este

Gracias a la sentencia 967 de 2014, en Colombia son válidos los celos como causal de divorcio, y es que según el doctor García, son el principal motivo del deterioro en una relación, llegando a abrir la puerta del desenamoramiento.

Cuando se producen los celos, el cerebro pasa por un estado de hiperactivación, por lo que segrega cortisol, hormona que responde a los niveles de estrés aumentando el nivel de azúcar en la sangre, de grasa, así como de la presión arterial.

Esta respuesta emocional trae consigo aumento de peso, irritabilidad, tensión psíquica constante (debido a la adrenalina y noradrenalina) y en algunas ocasiones puede desencadenarse en una atrofia cortical (pérdida considerable de neuronas o células nerviosas).

Los celos dan cabida al maltrato (físico o psicológico) y a la injuria, dejando en segundo plano los atributos que enamoraron a la persona.

“Los seres humanos nos dedicamos a ser buscadores de placer y evitadores de dolor", precisó García De Caro sobre la determinación que toma un individuo cuando decide alejarse definitivamente.

El psiquiatra Patricio García De Caro.

Fueron felices y comieron perdices

Para evitar desencuentros afectivos, el profesional de 35 años de experiencia en la psiquiatría aconseja no caer en la rutina, apartar un tiempo en medio de las ocupaciones para compartir y tener buena comunicación.

Asimismo, recomienda pasar un tiempo prudente conociéndose a profundidad, ser amigos, antes de comprometerse de lleno a una relación, y agregó, que más que dejarse llevar por el deseo sexual, se debe buscar un “socio sentimental” que comparta los mismos principios, ideales y visión de la vida para asegurar mayor perdurabilidad.

A lo largo de la historia, muchas personas han añorado enamorarse con la cabeza para elegir sabiamente a sus parejas, desconociendo que todas las señales provienen del cerebro.

En este mes de amor y amistad, ¿cómo se encuentran sus niveles de oxitocina?

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